Esta ha sido mi primera (y esperemos que no última) experiencia Erasmus+, una maravillosa oportunidad que me ha brindado el IES Giner de los Ríos para poder aprender sobre educación en un contexto que se antoja perfecto: en una ciudad extranjera y rodeado de otros compañeros de profesión con los que poder compartir ideas e impresiones.
Mi curso “TIC básicas: Enriqueciendo las clases en la era digital”
Aunque el título pueda engañar y dar la impresión de ser un curso más en herramientas tecnológicas básicas, este curso me ha permitido conocer y explorar multitud de recursos digitales desconocidos para mí que poder explotar en el día a día en las clases, más allá de los ya bien conocidos Canva o Kahoot.
El primer día se centró en conocer al resto de participantes y realizar un análisis de los conocimientos previos en TIC de los participantes del curso. Cada profesor realizó una pequeña presentación de su centro, lo cual invitó desde el primer momento a preguntar y debatir sobre las diferentes realidades docentes que se puede encontrar uno en Europa. Diferentes aspectos como las condiciones laborares, el funcionamiento de la educación pública o los métodos de evaluación y calificación en otros países te permiten ampliar tu visión sobre esta profesión, valorando y cuestionando todo lo que conocías hasta ahora.
Durante el resto de los días, nos dedicamos a explorar multitud de herramientas, muchas de ellas desarrolladas sobre la creciente IA (o inteligencia artificial). Os dejo a continuación algunas de las que me parecieron más interesantes:
El último día de curso, la academia Europass, que organizaba el curso, nos llevó a visitar dos bodegas donde se prepara el famoso vino chianti, permitiéndonos catarlos con unas vistas insuperables al paisaje toscano. ¡Più bello!
Mi experiencia en Florencia
Poco puedo decir de una ciudad como Florencia que no se haya ya dicho: cuna del renacimiento y uno de los mayores expositores de arte en el mundo. Esta ocasión se trataba de la tercera vez que la visitaba y quise indagar en aquellos monumentos o lugares que no había conocido en las visitas anteriores, algunos de ellos fuera de los itinerarios más turísticos. Si me tengo que quedar con tres “highlights” de mi visita, estos serían: la capilla de los Medicci (aunque es bastante conocida, ¡nunca la había visitado y quede impresionado!), la basílica de San Miniato al Monte (espectaculares visitas de Florencia y su cementerio para ver al atardecer, si tienes suerte, podrás oír los cantos gregorianos de los monjes del monasterio) y la cafetería de la biblioteca delle Oblate (recomendación de un compañero del Giner, un lugar apartado y poco conocido donde tomarte una taza de café con vistas al Duomo).
Por último, pero no por ello menos importante, pude disfrutar de la gastronomía italiana, combinando platos bien conocidos mundialmente con aquellos que solo un florentino se atrevería a recomendarte. Entre ellos, el Aperol Spritz, el lampredotto, la lasagna de ragù, la bistecca a la fiorentina, los gnocchis, la trippa a la fiorentina, el tiramisú, el negroni, los canollis, el schiacciate o la pasta fresca al más puro estilo “street food”, preparada de todas las maneras posibles. Por supuesto, todo bañado en vino chianti. No me olvido de todas y cada una de las heladerías que visité, ¡probando en todas ellas su helado de pistacho!
Por último, quiero reconocer al equipo Erasmus+ el esfuerzo realizado a lo largo de los últimos cursos para que el centro tenga acceso a estas movilidades para profesores y alumnos, y que permiten llevar un “pedacito” del Giner más allá de nuestras fronteras.